Ahora llora el cerdo…decía que no importa, que el dinero reconforta.
Bienvenido al sueldo.
Hace tanto que especula…más allá de lo moral la conciencia no calcula.
Sin moral.
Todo roto en su cabeza, empatía ya no existe solo vuelca la corteza.
Enfermo de la vida, enfermo de riqueza.
Factores que fluctúan…opulencia y vileza.
Noto como aflora en mi interior la adrenalina, impotencia retenida acompañada por la ira del día a día, de ver cómo me quemo en vida. La mecha que se hace más corta y peligrosa todavía.
Cuando veo vuestros rostros el odio se recrudece, apoyar con vuestro voto es un error que prevalece, y veo que crece…ya huelo como el miedo crece. El temor por vuestra vida es lo que a mí me fortalece.
Pido una razón, responden con su ley. La razón de razonar se extinguió como lo veis.
Ahora busca el consuelo con su dios, un traje que camufle su demonio interior.
Ignorantes no cuestionan a la mano que les habla, solo los esclavos obedecen sin palabras.
Despierta, dispara, los dioses no te amparan. Tu apatía es el muro que nos separa.

Amor corrupto, amor de patria, amor a parné de verdugos con labia…
Así te oprimen, así contagian.
Amor podido, amor de interés, un tanto por ciento de sangre de marques.
El muro cede bajo tus pies.

Escucha como irrita el balar de los borregos, repiten como tontos serenatas en los medios.
Cerebro en modo off, desconexión reprogramada, adoctrinan desde niños moldeando a la manada.
Me agarro a la vida, la estrujo, la quemo, la rapto…
La exprimo, la firmo, la sello, la bailo, la aplasto…
La juro en ignorancia como azules en disturbios, neuronas en un cuero que doblega este suburbio…
Todo tiene dueño, todo son cerrojos. Algunos irrompibles, otros son más flojos.
Coge lo que quieras e intentas conservarlo. Democracia, faraón y con un tal doctor fulano.

Pido una razón, responden con su ley.
La razón de razonar se extinguió como lo veis.
Ahora busca el consuelo con su dios, un traje que camufle su demonio interior.
Ignorantes no cuestionan a la mano que les habla, solo los esclavos obedecen sin palabras.
Despierta, dispara, los dioses no te amparan. Tu apatía es el muro que nos separa.

Amor corrupto, amor de patria, amor a parné de verdugos con labia…
Así te oprimen, así contagian.
Amor podido, amor de interés, un tanto por ciento de sangre de marques.
El muro cede bajo tus pies.

Atar sus sucias manos no sirve de nada,
Atar sus sucias manos… nada, nada…
Mantenerlo encerrado no sirve de nada…
Mantenerlo encerrado… nada, nada…

El poder y la fuerza miden la razón, medidor de impotencia, la ley a capón.
Quien decide la justicia decide su patrón, miedo a la república, miedo a Platón.
Manos manchadas deciden la justicia, no se aplica si no le beneficia…
En bandeja sirviendo la noticia y así enmascaran la codicia.

Ya es hora de dejar de ser uno más de este juego…
De ser… lo que no quieres ver, lo que te hace perder.
Ya es hora de dejar de ser uno más de este juego…
De ser… lo que no quieres ver, lo que te hace perder.
Ya es hora de dejar de ser…
Ya es hora de dejar de ser…
Ya es hora de dejar de ser…
Ya es hora de dejar de ser…
Ya es hora de dejar de ser…
Ya es hora de dejar de ser…