No importa el donde, no importa el cuándo.

Cuando nada me para, me paro, observo y decido cambiar de sentido.
No quiero alarmarte amigo, la vida que buscas te la han ofrecido.
Vendida y oculta en piel de cordero, otro rico iluso dibujando el recelo.
Del suelo al cielo, del ego al suelo, de la vida cara al triste anhelo.
Todos acaban donde mismo, bajo las flores durmiendo al abismo.
La voz se desgarra por lo que se han ido, un eco seco a lo más sentido.
Como el nombre de Trump en su cripta, matar muriendo al son del pianista.
Como el silencio al son del desastre, para siempre, para nadie.

No importa el donde, no importa el cuándo.
Por los que siguen a nuestro lado.
No importa el donde, no importa el cuándo.
Ni el creyente ni el pagano.
Por el momento que vivimos ahora.
Por quien lo valora.

No importa el donde, no importa el cuándo.
Por los que siguen a nuestro lado.
No importa el donde, no importa el cuándo.
Ni el creyente ni el pagano.
Por el momento que vivimos ahora.
Por quien lo valora.


Arriba o abajo, el concepto profundo que le han enseñado.
Codiciar sin descanso, destrozando vidas para subir un peldaño.
Hoy traigo un mensaje, de la clase baja para el millonario.
Tu dinero no compra la muerte, todos volveremos al barro.
¿Que ves en el cristal? Una vida malgastada se esfuma sin más.
No hay clases, ni razas ni estatus social.
Ni reyes, ni pobres ni parte inmoral.
Cenizas y polvo en la eternidad.

No importa el donde, no importa el cuándo.
Por los que siguen a nuestro lado.
No importa el donde, no importa el cuándo.
Ni el creyente ni el pagano.
Por el momento que vivimos ahora.
Por quien lo valora.

No importa el donde, no importa el cuándo.
Por los que siguen a nuestro lado.
No importa el donde, no importa el cuándo.
Ni el creyente ni el pagano.
Por el momento que vivimos ahora.
Por quien lo valora.

Por los que quedan.
Por los que ya no están.
Me tomo mi tiempo, pues claro, pero mientras que caigo disfrutar el momento no es fácil, así que mejor que lo hagamos despacio.
Sabes que puedes, que no necesitas que puedan salvarte, pero que tu final es más fácil si dejas que puedan amarte.

Nadie es mejor que nadie, en su último momento.
Nadie es mejor que nadie, con libre pensamiento.
Nadie es mejor que nadie, ni ley ni sacramento.
Nadie es mejor que nadie, en su último momento.

¿Que ves en el cristal? Cenizas y polvo en la eternidad

No importa el donde, no importa el cuándo.

No importa el donde, no importa el cuándo.
Por los que siguen a nuestro lado.
No importa el donde, no importa el cuándo.
Ni el creyente ni el pagano.
Por el momento que vivimos ahora.
Por quien lo valora.

No importa el donde, no importa el cuándo.
Por los que quedan, por los que ya no están.
No importa el donde, no importa el cuándo.
Por el momento que vivimos ahora.
Por quien lo valora.